¿No os ha pasado que en uno de esos días que estamos de limpieza general de cajones, encuentras (a parte de millones de cosas que no sirven para nada) el típico cuadernito con anotaciones de todo tipo? Seguro que si, y es que yo creo que en el fondo todos "sufrimos" el síndrome de Estocolmo. En este caso a mi me ha venido genial, ya que entre varias cositas que tenía apuntadas, encontré una receta de la que ni me acordaba. Un receta, de la abuela de una antigua compañera de trabajo, que por cierto, tiene ya sus añitos.
He hecho alguna modificación a parte de rellenarlas de chocolate. Seguro que os gustan!
Ingredientes:
- 100 ml de aceite de girasol
- 1 huevo campero
- 1 cucharadita de vainilla (yo estoy enamorada de la pasta de vainas de vainilla de Magadascar, Nielsen Massey que podéis encontrar en tiendas especializadas, o su defecto, la vainilla que tengáis)
- 250 g de harina de trigo de todos usos
- 100 g de icing sugar o azúcar glass
- 1 cucharadita de levadura química
- 1 pizquita de sal
Para el relleno:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de icing sugar o azúcar glass
- 100 g de chocolate para fundir
- 1/2 cucharadita de canela (opcional)
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180º
Mezclamos el huevo ligeramente batido con el azúcar, aceite y la vainilla
Añadimos la sal, la levadura y la harina poco a poco y amasamos.
Cuando la masa esté homogénea, la estiramos con un rodillo entre dos papeles vegetal para hornear. No os entrará la masa entera, así que tendréis que dividirla. El grosor no superará los 3-4 mm, ya que luego hay que juntarlas y rellenarlas.
Recortamos las galletas y directamente sobre el papel vegetal, las introducimos en el horno (estas no necesitan frío previamente)
Dependiendo del tamaño, hornearemos durante 8-10 minutos. Os recuerdo que sabremos que están listas, cuando los bordes comiencen a dorarse ligeramente.
Después las dejaremos enfriar sobre una rejilla.
Para el relleno, en un cazo al fuego, derretimos la mantequilla y el chocolate sin dejar de remover, cuando esté bien integrado añadimos el icing o azúcar glass y la canela, hasta obtener una cremosa mezcla. Segidamente llenaremos una manga pastelera con la crema de chocolate (ojo! ayudaros con unos guantes o un trapo para no quemaros) cortaremos la puntita con un agujerito pequeño, rellenaremos generosamente solo en el centro de la galleta y presionaremos con la otra encima hasta distribuir la crema hasta los bordes.
Las dejaremos enfriar a temperatura ambiente o en nevera.
No vais a tardar nada en hacerlas y merecen mucho la pena. Animaos y disfrutarlas!
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Millones de besos!
Sólo te diré una cosa: IMPRESIONANTES. Besos corazóoooooon!
ResponderEliminarUmm que maravilla que ricas!!besos
ResponderEliminarTienen una pinta estupenda y las fotos muy chulas.
ResponderEliminarbesos
Lo que no encuentre un día de esos de limpieza...no lo encontraré nunca seguro, porque me encuentro hasta cosas que no sabía que existía o no recordaba su existencia...jajaja.
ResponderEliminarUnas galletas buenísimas, gracias por compartirlas ^^
Buen finde. Un besote!
De esos rincones tengo yo un montón...y tengo que hacer limpieza algún día...a ver si me encuentro un tesoro como este!! Muy ricas se ven. Bs.
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