Galletas de galletas Oreo

¿Perdón? Seguro que es lo primero que habréis pensado al ver el título, pues si, habéis leído bien, jeje. Quedan monas, originales y además están riquíiiiiisimas.

Yo he utilizado galletas Oreo, pero podéis adaptarla a cualquier otra y seguro que quedan también geniales.

Ingredientes:

• 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 200 g de azúcar blanca
• 530 g de harina de trigo
• 1 huevo
• 1 cucharadita de vainilla (yo uso el de mantequilla-vainilla de la marca Lorann)
• Galletas Oreo o similares grandes

Elaboración:

Con ayuda de una amasadora o batidora de mano (con las palas de rizo) mezclamos bien la mantequilla con el azúcar. Cuando lo tengamos bien integrado, añadimos el huevo ligeramente batido y la vainilla. Poco a poco y con ayuda de un cazo, vamos incorporando la harina. Podréis observar que a medida que vamos incorporando la harina, a nuestra máquina le ve costando más trabajar. Sabremos que está lista, cuando veamos que la masa se separa del vaso o recipiente y lo deja "casi limpio).

Una vez la tengamos, ponemos la masa sobre papel de horno, la cubrimos, y la dejamos reposar en el frigorífico, al menos tres horas, a que a la hora de trabajar y cortar la necesitamos muy fría.

Son muy fáciles, no obstante os dejo con el paso a paso del corte y preparación.

Una vez transcurrido el tiempo en el frigorífico, procederemos a estirar la masa con ayuda de un rodillo y las cortamos con un cortador redondo. Debéis dejarlas con un grosor mínimo de 5mm, ya que en el horno se abren y se parten.

Si no tenéis cortadores, no pasa nada, las podéis dar forma con la mano. Tan solo debemos cubrir completamente nuestra Oreo.

Las dejaremos así cerraditas

Una vez hecho este proceso, le podemos hacer alguna decoración antes de meterlas al horno. Yo usé un cortador de florecitas.

Las introduciremos en el horno previamente precalentado a 170º y sobre papel de horno o tapete especial, durante 10-12 minutos. Ya sabéis que esto siempre depende del horno, sabremos que están cuando los bordes empiecen a dorarse. Quedan gorditas, así que contar con ello en el momento de la cocción para que no queden crudas por dentro. Lo mejor es no perderlas mucho de vista porque se queman cuando no nos demos cuenta.

Son ideales para algún día para el cole, aunque mi hija me ha llegado a decir que no se las ponga, porque los demás niños quieren probarla, jeje, es lo que tiene.

¿Os animáis a probarlas? Pues ya sabéis, si lo hacéis no os olvidéis de contármelo!!!

Besos ;-)